Según el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, los ácidos y las bases son corrosivos y capaces de destruir el tejido corporal. Cuando entran en contacto con los tejidos, las formas concentradas de ácidos causan dolor inmediato. Las altas concentraciones de ácido fluorhídrico también causan dolor y destrucción tisular inmediatos.
Hay varios factores que afectan la extensión de la lesión, como el tipo y la concentración del producto químico, el tipo de tejido lesionado, la ruta de exposición y la velocidad en la aplicación de procedimientos de tratamiento de emergencia, explica Berkeley Lab. Las concentraciones más débiles pueden retrasar los efectos nocivos varias horas. Normalmente, el contacto de la piel con bases fuertes no causa dolor inmediato y, por lo tanto, pasa desapercibido. El ácido fluorhídrico contiene iones fluoruro que penetran las capas de tejido profundo y causan daños en los huesos.
Los ojos son particularmente vulnerables a los ácidos y bases. Además, la exposición intensa en el aire tiende a causar edema pulmonar, que es una irritación grave de los pulmones que causa la producción de líquidos y evita la transferencia de oxígeno a la corriente sanguínea.
La exposición a ácidos diluidos causa enrojecimiento e irritación, dice la BBC. Los ácidos concentrados son corrosivos y pueden atacar a los metales y destruir la piel al contacto. Cuando la piel está expuesta a los ácidos, es importante lavar los derrames con abundante agua para evitar quemaduras y efectos dañinos.
