Los individuos propensos a los calambres musculares en los dedos de los pies y los pies pueden minimizar el riesgo al estirarse y calentarse antes de la actividad, adoptar una buena postura durante una actividad extenuante y estirarse después del ejercicio o actividad intensa, explica WebMD. Beber mucha agua antes, durante y después de la actividad mantiene el cuerpo hidratado y previene los calambres en los dedos.
Las medidas preventivas para reducir el riesgo de calambres en los dedos de los pies incluyen tomar un baño caliente o estirarse antes de acostarse, especialmente si los calambres musculares causan un sueño inquieto, según WebMD. Las personas deben evitar apuntar los dedos de los pies mientras se estiran y mientras duermen. Mantener las piernas calientes mientras duerme también ayuda a reducir el riesgo de calambres en los pies, pies y piernas en el medio de la noche. También se recomienda una dieta rica en calcio, magnesio y potasio para prevenir los calambres musculares.
Los calambres musculares, que a menudo conducen a calambres en los dedos de los pies, son causados por el uso excesivo de los músculos, la distensión muscular, la deshidratación y las posiciones de retención, como estar sentado o de pie durante largos períodos de tiempo, según la Clínica Mayo. Los calambres musculares frecuentes también pueden indicar un suministro inadecuado de sangre, compresión nerviosa o un agotamiento de minerales como el magnesio, el calcio o el potasio en el cuerpo. Las personas que toman diuréticos, medicamentos para la presión arterial alta, pueden tener un mayor riesgo de calambres musculares.