El accidente cerebrovascular puede provocar debilidad o dificultad de coordinación en los músculos de la lengua, la boca o los labios, según Allina Health. Esto puede afectar la capacidad de masticación, succión o deglución del paciente; resonancia, ritmo o ritmo del habla; pronunciación de las palabras; y la voz o la respiración.
Las personas con disartria leve experimentan un habla clara o moderada. La disartria se refiere a la dificultad del habla que resulta del daño al centro motor del cerebro, explica Allina Health. Las personas con disartria saben las palabras correctas, pero les resulta difícil decirlas. Las personas con disartria grave generalmente no producen palabras comprensibles, ya que no pueden coordinar su discurso correctamente.
Las personas con disfagia sufren un problema de deglución relacionado con la debilidad o la pérdida de sensibilidad en la garganta, paladar, labios o lengua, señala Allina Health. A menudo les resulta difícil mover la comida en la boca y comúnmente experimentan que la comida se pega en la garganta. También tienden a toser o ahogarse con alimentos sólidos o líquidos.
Para prevenir la asfixia, los médicos recomiendan consultar con un patólogo del habla y el lenguaje si el paciente tose al tragar, afirma Allina Health. Las personas que sufren un accidente cerebrovascular también deben evitar dejar de toser, ya que es un medio natural del cuerpo para protegerse contra la asfixia. Además, ayuda a usar líquidos espesados para aliviar la tos. La ayuda médica de emergencia es necesaria si una persona no puede dejar de toser o no puede despejar sus vías respiratorias.