Una pantalla fluorescente es un tipo de pantalla transparente que está recubierta en un lado con un fósforo que emite fluorescencia cuando se expone a rayos catódicos o rayos X. La fluoroscopia es un método de imágenes que utiliza rayos X y un fluoroscopio para producir imágenes en movimiento en tiempo real de los órganos internos de un paciente.
Un fluoroscopio simple incluye una fuente de rayos X y una pantalla fluorescente entre las que se coloca un paciente. A medida que las radiografías pasan a través del cuerpo del paciente, se atenúan en diferentes cantidades a medida que entran en contacto con diferentes órganos del cuerpo, mostrando una sombra de los órganos en la pantalla fluorescente.
Los fluoroscopios modernos, sin embargo, tienen un intensificador de imágenes de rayos X y una cámara de video CCD que permiten que las imágenes se graben y se muestren en un monitor. Los rayos X son un tipo de radiación ionizante, que presentan un alto riesgo potencial de cáncer inducido por radiación y, por lo tanto, requieren precaución para evitar aplicar dosis altas a un paciente durante los procedimientos fluoroscópicos. Sin embargo, los procedimientos fluoroscópicos más largos conducen inevitablemente a la absorción de tasas relativamente altas por parte de un paciente.
Los desarrollos tecnológicos, como la digitalización de imágenes capturadas y los sistemas detectores de panel plano, ayudan a reducir la exposición del paciente a la radiación. Las dosis de radiación pueden variar según el tamaño del paciente y la duración de los procedimientos. Los tiempos de exposición varían según el procedimiento.