La mayoría de los animales, incluidos los peces y los mamíferos marinos, oyen mejor las frecuencias que producen. Además, tienen diferentes grados de sensibilidad a los sonidos de diferentes frecuencias.
Según los científicos y los audiólogos, muchas especies de animales difieren en su capacidad para escuchar con una frecuencia. Las habilidades auditivas de cada especie a menudo se representan mediante una curva o un audiograma, que es un gráfico que muestra la intensidad frente a la frecuencia. Por ejemplo, todas las especies de ballenas barbadas, como las jorobadas y las ballenas azules, producen sonidos de baja frecuencia. Mientras que todas las especies de ballenas dentadas, como los delfines, producen sonidos de alta frecuencia. Las focas y los leones marinos, por otro lado, tienen una sensibilidad cada vez mayor a las frecuencias de sonido bajas y altas.
Los animales que se considera que tienen la mayor capacidad auditiva son los búhos. Estas aves tienen una audición fenomenal. Sus orejas, que tienen orificios grandes situados a alturas ligeramente diferentes, les permiten localizar las posiciones verticales de las fuentes de sonido. En términos de navegación con sonido, las palomas son consideradas las mejores porque pueden escuchar sonidos a frecuencias excepcionalmente bajas. Con la defensa auditiva, las polillas tigre son las mejores ya que han evolucionado con oídos súper sensibles. Utilizan estos oídos para escuchar si un murciélago se acerca a ellos, lo que les ayuda a tomar medidas evasivas.