Los microscopios se utilizan actualmente en una variedad de disciplinas, campos y contextos. Por ejemplo, los biólogos usan microscopios para estudiar pequeños organismos, como las bacterias y las algas. Los médicos y los trabajadores de laboratorio a menudo usan microscopios para investigar muestras biológicas de parásitos.
Debido a los avances en la tecnología de microscopios, los científicos modernos pueden observar varios objetos y fenómenos pequeños. Por ejemplo, los médicos pueden presenciar la transmisión de impulsos nerviosos en una muestra de células cerebrales. Los médicos pueden incluso observar cómo las células producen sus productos, como cuando una célula del páncreas segrega insulina.
Los microscopios también se utilizan para examinar los detalles finos de los objetos que son lo suficientemente grandes como para ver a simple vista. Los investigadores de delitos, por ejemplo, usan microscopios para estudiar la evidencia que recolectan. Por ejemplo, al ver pelos con un gran aumento, los investigadores pueden determinar si el cabello fue extraído por la fuerza o se cayó por su cuenta.
Además de usar microscopios convencionales basados en la luz, muchos científicos usan microscopios electrónicos para investigar objetos que son demasiado pequeños para verlos de otra manera. Los microscopios electrónicos no se basan en una fuente de luz para la visualización. Rebotan un haz de electrones de los objetos para determinar su forma, en lugar de rayos de luz. Los microscopios electrónicos son necesarios para visualizar objetos como virus.