Los volcanes forman formas de relieve cuando la lava que fluye desde el pico se solidifica en roca. El magma es una roca fundida del manto de la Tierra empujada hacia arriba por la acción de la tectónica de placas. Cuando el magma fluye o explota por la parte superior del volcán, se llama lava. A lo largo de escalas de tiempo geológicas, esta lava se sigue acumulando sobre estratos sucesivos de roca enfriada, creando diferentes tipos de formas terrestres.
Hay cuatro tipos de accidentes geográficos que resultan de erupciones volcánicas. Un pico volcánico se forma cuando el magma que fluye a la superficie tiene una alta viscosidad debido a la presencia de sílice. Esta viscosidad da como resultado una lava de movimiento lento que no se aleja mucho del punto de origen antes de solidificarse. Como resultado, la lava sigue acumulando más y más alto en un pico. Un volcán de flujo de lava ocurre cuando la viscosidad es baja y la roca fundida viaja hasta que se enfría y se endurece.
Una caldera se forma cuando el volcán existente explota y libera todo el magma en la cámara subyacente. La roca volcánica pesada en la parte superior ya no es soportada por el magma, lo que resulta en un colapso que forma una grieta circular en lugar del pico.
Un cuello volcánico es un antiguo pico volcánico. El magma que queda en la cámara de magma se enfría con el tiempo, si no hay suficiente presión para causar una explosión. La parte exterior del volcán erosiona y deja atrás esta roca endurecida.