El jenny giratorio ayudó a la sociedad porque permitió a los trabajadores producir más lana en menos tiempo, según About.com. Este fue un paso importante para llevar la Revolución Industrial a la industria textil en Inglaterra. La Revolución Industrial pudo proporcionar nuevos empleos y elevar el nivel de vida de muchas personas.
James Hargreaves patentó la máquina de hilar giratoria en 1770. Antes de esto, los trabajadores hilaron laboriosamente el hilado sobre ruedas giratorias con un solo eje. La máquina de Hargreaves permitió que un trabajador ejecutara ocho o más husos en lugar de uno. La invención del transbordador volador por John Kay en 1733 duplicó la productividad de los tejedores y, gracias a la máquina de hilar giratoria, los hilanderos podían satisfacer la demanda de hilo. Después de la introducción de la máquina de hilar en la industria textil, otros inventores continuaron mejorando la eficiencia. En 1779, Samuel Crompton inventó la mula giratoria, que podía hilar una gran cantidad de hilos finos y fuertes al mismo tiempo. En 1793, el estadounidense Eli Whitney inventó la desmotadora de algodón, que separaba rápidamente la fibra de algodón de las semillas.
Todos estos inventos aceleraron la desaparición de las industrias caseras y facilitaron el surgimiento de grandes fábricas textiles. La Revolución Industrial puso a disposición de los consumidores de clase media y alta una gran cantidad de productos nuevos, fomentó el crecimiento de ciudades y pueblos más grandes para acomodar al personal de las fábricas y abrió muchos nuevos puestos de trabajo para las personas que se trasladan del campo a las ciudades. >