El fonógrafo cambió la sociedad de la misma manera que la primera notación musical o la invención del metrónomo cambiaron la forma en que se midió y escribió el tempo musical; proporcionó un medio mecánico para difundir la música al mundo, según el New York Times. Thomas Edison inventó el fonógrafo en 1887 y con ello nacieron los cimientos de la industria musical.
Edison estaba trabajando en su diseño para un transmisor de teléfono cuando notó que los sonidos podían grabarse con un lápiz usando una lámina de aluminio enrollada alrededor de un cilindro. En unos pocos meses, Edison tuvo un diseño básico en el que trabajó durante los próximos 10 años hasta que se le ocurrió una aplicación comercial.
El fonógrafo revolucionó el arte de la música. Las actuaciones fueron grabadas y la gente podía escucharlas en su tiempo libre. También hizo más pública la música y la comunicación.
El invento marcó el nacimiento de una nueva forma de entretenimiento y un campo de negocios completamente nuevo que alimentó la demanda del nuevo invento, la industria musical. Edison recibió el título de "Mago de Menlo Park", la ubicación de su laboratorio, por su contribución.