El Gran Despertar fue un período de profundas reformas religiosas que comenzaron en Europa. Este período se extendió globalmente desde la primera parte del siglo XVII hasta finales del siglo XX.
Origen Los líderes religiosos surgieron en esta era instando a las masas a romper con las normas religiosas y comenzar a encontrar a Dios personalmente. El Gran Despertar fue también la base para la búsqueda de la independencia política dentro de las colonias. El Gran Despertar comenzó a principios del siglo XVII en Europa. Inglaterra y Escocia provocaron esta era de notas de iluminación espiritual Joseph Cummins. Las iglesias en ese momento eran vistas como aburridas y carentes de celo para predicar el verdadero evangelio de Dios. Los congregantes se mostraron complacientes con las conferencias espirituales de los pastores igualmente letárgicos.
Esto provocó la necesidad de una ola espiritual que borró los lazos religiosos tradicionales. Desde 1730 a 1770, el Gran Despertar comenzó a tomar forma marcada por miles de congregantes que se separaron de sus iglesias. La popularidad que alguna vez compartieron anglicanos y puritanos disminuyó rápidamente. Una nueva forma del evangelio comenzó a tomar forma.
Importancia del gran despertar La religión en las colonias comenzó a desintegrarse. Ahora se instaba a los congregantes a buscar a Dios personalmente y defender la moralidad a través del autoexamen. La creencia popular antes del Gran Despertar era que el poder o los mensajes religiosos fluyen de Dios a los líderes religiosos que luego difunden el mensaje a la gente. Después del Gran Despertar, la gente creía que Dios podía inspirarlos directamente.
La necesidad de arrepentirse y saber que Dios se hizo mucho más fuerte. Esto también llevó al surgimiento de líderes religiosos carismáticos que adoptaron una forma ardiente de entregar el evangelio a los congregantes.
Subida de líderes religiosos carismáticos Europa fue el primer lugar para presenciar el surgimiento del Gran Despertar. Los notables cruzados del evangelio en ese momento fueron Jonathan Edwards, George Whitefield, John Wesley y su hermano, Charles Wesley. En Estados Unidos, William Tennent se convirtió en los pioneros del nuevo evangelio.
Jonathan Edwards fue icónico con su forma ardiente y condenatoria de predicar. Él llamó directamente a los pecadores exigiendo que se arrepientan o se enfrenten a la ira de Dios. Uno de sus grandes sermones, "Pecadores en las manos de un Dios enojado", obligó a muchos a arrepentirse y buscar a Dios personalmente.
George Whitefield fue más gentil o diplomático. Encontró su propia manera única y sutil de persuadir a las masas para que se arrepintieran y volvieran sus corazones hacia Dios. Los Wesley eran idénticos a Whitefield en su estilo de predicación.
Sin embargo, todos los predicadores de avivamiento se caracterizaron por su predicación descriptiva y su elocuencia ardiente que atrajo a las masas. Más congregantes rompieron las normas tradicionales de adoración en la iglesia y comenzaron a seguir a los nuevos evangelistas que viajaron a través de las colonias predicando el amor de Dios.
El gran despertar y la independencia política Cuando la nueva predicación del avivamiento llegó a América del Norte, en Europa, ya había comenzado un despertar político. Muchos estudiosos históricos atribuyen el despertar de la independencia política directamente a la aparición del despertar religioso.
Cuando las masas se alejaron de las tradiciones religiosas y gobernaron su propia fe, la misma mentalidad se extendió a la escena política. La idea de autogobierno brotó entre los creyentes que estaban cansados del gobierno colonial.