Los soldados del antiguo ejército romano usaron una espada, llamada gladius, y una jabalina, que se llamó pilum. Los miembros de la infantería romana también utilizaron el hasta, un tipo de lanza, para atacar a sus enemigos.
El gladius también era conocido como la espada hispana y sirvió como el arma principal para el ejército romano a lo largo de la mayor parte de su historia. Era una espada corta que podía usarse tanto para apuñalar como para recortar. Su uso principal fue el apuñalamiento en cuartos cerrados, porque su punta afilada fue diseñada para penetrar la armadura.
El pilum también fue ampliamente utilizado por los romanos. Era una larga jabalina que consistía en un delgado vástago de hierro y un pesado eje de madera. Podría usarse como arma de corto alcance, como en el combate cuerpo a cuerpo, ya que también tenía la capacidad de perforar la armadura del enemigo. Típicamente, el pilum sería arrojado al enemigo, y el gladius sería usado para encuentros más cercanos.
La hasta, una lanza más resistente, consistía en una cabeza de metal y un eje de madera más grueso. Fue particularmente útil para luchar contra enemigos que atacaban a caballo.
El ejército romano también usó otras armas, incluyendo dagas más cortas. Otra arma, la plumbata, era un dardo de lanzamiento ponderado que era más preciso que la jabalina.