Una costilla dislocada es una condición médica dolorosa en la que uno de los extremos de la eliminación se desplaza del zócalo que la conecta a la columna vertebral o el esternón, según la Red Médica en Línea. Atención médica inmediata para evitar mayores complicaciones.
El trauma físico, como una lesión deportiva, a menudo causa costillas dislocadas, explica la red médica en línea. Los síntomas incluyen dolor agudo en el pecho o la espalda, moretones e hinchazón. Algunos incluso pueden escuchar un "pop" en el momento del impacto. Normalmente, un médico realiza una radiografía o una resonancia magnética para descartar la posibilidad de otras lesiones. Una costilla dislocada es capaz de curarse por sí sola, pero un médico puede administrar anestesia y devolver el hueso a su lugar si la dislocación es grave.