Los humanos y las jirafas en realidad poseen el mismo número exacto de todas las partes de sus cuerpos, incluidos los siete huesos del cuello. Esto se debe a que ambas especies son miembros de la clase de organismos Mammalia, que comparten una estructura ósea general.
Aunque el cuello humano es significativamente más flexible que sus contrapartes de jirafa, ambos cuerpos comparten el mismo esquema general que todos los demás mamíferos del planeta. La mayor diferencia está en las alturas individuales de cada hueso. En los humanos, estos huesos generalmente miden 1 pulgada de alto o menos, mientras que en las jirafas, cada vértebra puede medir hasta 11 pulgadas de alto.