El sacro desempeña pocas funciones activas en el cuerpo humano, principalmente sobre el resto de la columna vertebral humana. El sacro existe al final de la columna vertebral, apareciendo como un hueso triangular. Se apoya en la parte en forma de c de la espalda baja, que conecta las vértebras lumbares con la pelvis.
Además de proporcionar apoyo, el sacro trabaja en coordinación con el resto de la columna vertebral humana, lo que proporciona movimiento y flexibilidad. Según la Clínica Mayfield, el papel principal del sacro es el de un puente, ya que conecta los huesos de la cadera o la cresta ilíaca con el resto de la columna vertebral. El sacro forma una forma triangular larga, que se deriva de cinco vértebras de conexión. Estas vértebras se combinan con los huesos ilíacos a lo largo de los lados, que forman la faja pélvica. Justo sobre el sacro se encuentra la columna lumbar, también llamada columna inferior. Esta sección de la médula espinal se forma a partir de cinco discos, llamados L1 a L5. Estos discos, aunque pequeños, soportan el peso de prácticamente todo el cuerpo humano. Justo encima de la columna lumbar está la columna torácica. Esta porción de la columna rodea y protege el corazón y los pulmones. También forma la caja torácica y ofrece poco movimiento y flexibilidad.