El tren de levitación magnética (levitación magnética) fue inventado por los estadounidenses James R. Powell y Gordon T. Danby. A Hermann Kemper, Robert Goddard y Emile Bachelet también se les atribuye una importante investigación y desarrollo que llevaron a este invento.
Un tren maglev funciona usando los principios básicos de fuerzas magnéticas opuestas para permitir que un tren "flote" sobre la vía por la que viaja. La levitación magnética proporciona una forma de propulsión sin fricción para un tren, que permite alcanzar velocidades superiores a 350 mph. Robert Goddard y Emile Bachelet propusieron el primer concepto para un tren maglev a principios de 1900, y el inventor alemán Hermann Kemper realizó en 1930 más trabajos en este campo.