El bolígrafo fue inventado por Laszlo Biro en la década de 1930, que era un periodista judío-húngaro. Durante su tiempo de edición de periódicos, se sintió muy frustrado por la cantidad de manchas que causó . Esto hizo que Biro se decidiera a diseñar una pluma más práctica.
Biro usó tinta más gruesa y la esfera al final de la pluma, lo que permitió que la tinta fluyera sobre el papel de manera más suave. Su diseño todavía se usa hoy.
A fines de la década de 1800, un hombre llamado John Loud presentó una patente para un diseño similar de bolígrafo, pero no tuvo éxito. El diseño de Biro tuvo éxito porque los pilotos de combate durante la Segunda Guerra Mundial necesitaron bolígrafos más eficientes que no se filtraran. Laszlo Biro se mudó a Argentina para escapar de la guerra y encontró inversionistas que eventualmente llevaron a la producción en masa de bolígrafos.