Napoleón Bonaparte fue el Emperador de Francia desde 1804 hasta 1814, y fue el primer líder militar y político importante que emergió después de la Revolución Francesa. Los historiadores describen su personalidad básica como la de un personaje imponente con una voluntad fuerte y una inteligencia notable. Sus contemporáneos lo consideraron a la vez inspirador y afortunado.
Napoleón fue responsable de las Guerras Napoleónicas, que fueron una serie de conflictos que involucraron a Francia entre 1803 y 1815. Los historiadores consideran a Napoleón como un líder militar influyente, y se estudian sus éxitos y fracasos, incluida la invasión francesa de Rusia Batalla de Leipzig y la batalla de Waterloo.
Su ejército fue financiado en parte por la Compra de Luisiana cuando Napoleón vendió el territorio francés en América del Norte a los Estados Unidos. Muchos de los opositores políticos de Napoleón, tanto en Francia como en el extranjero, lo consideraban un dictador y un tirano alimentado en gran medida por la ambición personal. Se vio obligado a abdicar en 1814 después de importantes pérdidas militares contra los rusos, españoles y portugueses. Después de escapar de su primer exilio en la isla de Elba, escapó para liderar la desastrosa batalla de Waterloo, durante la cual las tropas francesas y prusianas derrotaron a las tropas francesas. Napoleón fue enviado nuevamente al exilio, esta vez a la isla de Santa Elena, donde murió de cáncer en 1821.