Anna Baldwin inventó una máquina que ordeñaba vacas automáticamente, reemplazando el ordeño manual. La máquina usaba una bomba de goma grande que estaba unida a la vaca de la vaca, y se usaba una palanca de bomba para tirar La leche sale del todo y en un cubo adyacente.
Baldwin patentó la invención en 1879, por lo que es una de las primeras patentes estadounidenses. Desafortunadamente, su invento no se mantuvo a largo plazo. La succión continua en la ubre de la vaca hizo que la vaca pateara debido al dolor en el tejido mamario. Sin embargo, la invención de Baldwin influyó en máquinas similares que se inventaron décadas más tarde.