Como niño y adulto, Albert Einstein era una persona creativa, inteligente y de voz suave que prefería la soledad y se sumergía en construcciones elaboradas y problemas de pensamiento sobre las interacciones sociales. Parecía distante para muchos, pero su concentración estaba en su trabajo. Einstein siempre se sintió fuera de lugar en reuniones sociales y con amigos y familiares. Trató muy mal a su primera esposa, Mileva Maric, e hizo alarde de sus muchos asuntos.
Poco se sabe sobre la primera infancia y el desarrollo de Albert Einstein. El joven Einstein fue, sin duda, un hablador reacio, pero hay relatos mixtos de que aprendió a hablar más tarde en su vida. Le fue extremadamente bien en matemáticas y materias creativas, pero no le interesaba nada que requiriera solo memorización de memoria o forzando un modo particular de pensamiento en los estudiantes. Como tal, no encajaba con el modelo de educación prusiano en ese momento y lo rechazó. No aprendió nuevos idiomas con facilidad, pero Einstein pudo dominar completamente su alemán nativo, lo que implica que no era disléxico.
Para muchos de sus compañeros y la mayoría del público en general, Albert Einstein fue un genio enigmático y un científico famoso. Aquellos que interactuaron con él personalmente a menudo se referían a él como olvidadizo y distraído. Einstein diría más tarde que existía un avión de vidrio entre él y otras personas. Se sentía incómodo alrededor de ellos y nunca fue él mismo. Algunos estudiosos han descrito esto como un tipo de ansiedad social. Incluso se sintió alienado de su familia, prefiriendo siempre la soledad a las interacciones familiares.