Abigail Williams fue acusadora durante los juicios de brujas de Salem en 1692. Sus acusaciones resultaron en el arresto de muchas personas en la comunidad. Nunca fue mencionada en los registros históricos después del juicio, y fue presentada como un personaje prominente en la obra de Arthur Miller, The Crucible.
Abigail Williams puede haber sido sirvienta o pariente del Reverendo Samuel Parris, y ella vivía en su casa. Poco se sabe sobre su origen familiar. Ella y Elizabeth Paris, que era la hija del Reverendo París, fueron las principales acusadoras. Los motivos detrás de las afirmaciones de Williams siguen siendo desconocidos, pero algunos sugieren que deseaba atención o que quería ejercer poder e influencia en la comunidad. Linnda R. Caporael afirmó en 1976 que el centeno infectado con hongos podría haber provocado alucinaciones en Williams y las otras niñas.