Los neutrones fueron descubiertos por primera vez en 1932 por James Chadwick. Chadwick realizó una investigación con Ernest Rutherford, quien descubrió el protón.
Mientras realizaba una investigación en la Universidad de Cambridge, James Chadwick trabajó con Ernest Rutherford. Rutherford grabó su nombre en la historia cuando descubrió el protón. Con más investigación, él, junto con otros investigadores, determinó que no era la única partícula que formaba el núcleo.
Rutherford contrató a Chadwick en 1921, donde centró su investigación en la radioactividad. En este momento, el dúo se centró en estudiar la desintegración atómica. En su investigación, encontraron que el número atómico era siempre menor que la masa atómica. Hubo varias explicaciones que intentaron aclararlo, pero ninguna de ellas fue respaldada con evidencia.
Rutherford fue el primero en clasificar un neutrón. Sin embargo, fue Chadwick quien finalmente encontró la evidencia para probar que existía. Utilizó experimentos similares a los de algunos investigadores franceses que estaban revisando la radiación de partículas. Sin embargo, dio la vuelta al estudio centrándose en encontrar la partícula neutral. Fue en este momento cuando descubrió formalmente el neutrón.
En 1935, Chadwick recibió el Premio Nobel por su descubrimiento. Después de eso, cambió la cara de la investigación atómica. Investigadores como Werner Heisenberg demostraron que no era una combinación de un electrón y un protón como se pensó inicialmente, sino que era su propia partícula la que existía dentro del átomo.