Una frecuencia cardíaca superior a 100 latidos por minuto se considera una frecuencia cardíaca alta, también conocida como taquicardia, según la American Heart Association. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que una frecuencia cardíaca alta para una persona puede considerarse normal o menos que alta para otra, según la edad, el estado de salud y otros factores personales.
Hay tres tipos diferentes de taquicardia: taquicardia supraventricular o TSV, que se origina en las cámaras superiores del corazón; taquicardia sinusal, que resulta del marcapasos natural del corazón, o del nódulo sinoauricular, que envía señales con demasiada frecuencia; y taquicardia ventricular, que resulta de los sistemas eléctricos de los ventrículos que funcionan de manera anormal y afectan las señales de los nodos sinoauriculares, como lo detalla la American Heart Association.
La TSV puede estar marcada por mareos, aturdimiento, palpitaciones, dolor en el pecho y dificultad para respirar. Puede tratarse de forma natural haciendo que el paciente elimine ciertos alimentos y bebidas, como el café, el alcohol o el tabaco, descanse o reciba un masaje de seno carotídeo.
La taquicardia sinusal puede ser causada por fiebre, ansiedad, miedo, angustia emocional, ejercicio extenuante y consumo de drogas. Está marcado simplemente por un aumento de la frecuencia cardíaca. A diferencia de la TSV, los médicos tratarán la taquicardia sinusal al tratar las causas subyacentes del aumento de la frecuencia cardíaca.
La taquicardia ventricular está marcada por mareos, aturdimiento, pérdida del conocimiento o paro cardíaco. El tratamiento para la taquicardia ventricular dependerá de las causas subyacentes y puede ir desde la medicación hasta la cirugía.