Los monos son animales sociales, y con frecuencia participan en juegos entre sí, así como el aseo mutuo y las actividades sexuales no reproductivas. Esto promueve lazos entre los miembros de la tropa de monos.
Los monos utilizan especialmente el aseo para crear y consolidar amistades. Los monos se acicalan entre sí peinándose el pelaje con los dedos y recogiendo los piojos y otros restos. La preparación no solo es sociable, sino también higiénica. Además, los vínculos creados por el aseo personal pueden crear alianzas útiles que ayudan a criar bebés y crías jóvenes. Los babuinos femeninos con fuertes vínculos en la tropa tienen más descendientes que sobreviven hasta la edad adulta como resultado de que otros babuinos les ayudan a cuidar de sus crías.
Los monos jóvenes juegan especialmente entre sí, ya sea luchando o persiguiéndose entre los árboles. Su juego les ayuda a aprender habilidades motoras y cómo adaptarse a la jerarquía social cuando se convierten en adultos. Se desaconseja el juego que es demasiado agresivo, pero a un mono que no juega con nadie por pasividad le será más difícil adaptarse y encontrar un compañero. Incluso los monos adultos participan en juegos frecuentes.
Se ha observado que algunos monos se involucran en comportamientos sexuales que no son reproductivos, siendo Bonobo el ejemplo principal El sexo de Bonobo se realiza independientemente del género y parece ser otra forma en que los monos establecen jerarquías y vínculos sociales.
Los monos también participan en juegos solitarios, bateando sobre guijarros y jugando con ramitas. Esto desarrolla su capacidad para manipular herramientas.