El nombre científico completo del ADN es ácido desoxirribonucleico. Pasado de organismos adultos a sus descendientes, contiene las instrucciones genéticas para el diseño de ese organismo.
El ADN almacena información genética en una de las cuatro bases químicas que se emparejan entre sí. El orden de las parejas es lo que hace que el ADN de cada persona sea único. Encontrado dentro del núcleo celular, porciones muy pequeñas de ADN se empaquetan en cromosomas individuales. Los bebés humanos reciben exactamente la mitad de su ADN de su madre y la otra mitad del padre, lo que crea una persona nueva y única.
El bioquímico suizo Frederich Miescher observó por primera vez en el siglo XIX que los científicos tardaron casi un siglo en descubrir la importancia del ADN en la vida. Las representaciones visuales del ADN toman la forma de un modelo de doble hélice, que se asemeja a una escalera. Cada peldaño de la escalera se compone de un par de bases. Las bases se emparejan en un patrón muy específico, con adenina siempre emparejándose con timina y citosina siempre emparejándose con guanina. La previsibilidad de estos emparejamientos ha hecho que sea más fácil para los científicos entender cómo funciona el ADN. Durante la división celular, los pares de bases se dividen, y cada base se conecta con una contraparte diferente, lo que lleva a la formación de nuevas células.