La biomasa es una fuente de energía que se deriva de los residuos de cultivos y la madera, pero también se deriva de la basura, el estiércol, los lodos de depuración y otros residuos orgánicos que la sociedad produce continuamente. Es por esta razón que la biomasa se considera una fuente natural y renovable.
El concepto de que el rebrote puede eventualmente reemplazar el material vegetal usado también apoya el concepto de que la biomasa es renovable. El carbono emitido y obtenido de la quema de la biomasa recolectada es absorbido por las plantas y se considera como parte del ciclo del carbono. Esto es plausible si la cantidad de árboles y material vegetal recolectado para biomasa se repone tan pronto como se quema la madera. Las nuevas plantas y árboles absorben el dióxido de carbono producido por la combustión, manteniendo el ciclo del carbono y estableciendo una fuente de energía renovable.