Si bien cada especie usa su propio conjunto de adaptaciones para sobrevivir, la mayoría de los monos confían en sus manos diestras, hábitos gregarios e inteligencia para sobrevivir en la selva. Además, muchos monos son omnívoros que pueden sobrevivir comiendo muchos alimentos diferentes.
Al vivir con otros miembros de su especie, a los monos se les garantiza encontrar parejas reproductoras, encontrar alimentos de manera más efectiva y tener mayor capacidad para defenderse de los depredadores. Algunas especies pueden formar grupos que comprenden más de 100 individuos, según el Departamento de Zoología de la Universidad de Michigan. Cuando se dan cuenta de un depredador, muchos monos gritan, ladran o lanzan palos a la amenaza percibida. Muchas especies de monos se involucran en rituales de aseo, que fortalecen las relaciones sociales y ayudan a mantener a los animales saludables.
Los monos son escaladores increíbles, y usan esta habilidad para encontrar comida y evitar a los depredadores. Muchas especies, particularmente los monos de cola prensil, pueden usar sus colas como un quinto apéndice. La mayoría de los monos son diurnos, lo que los deja vulnerables a los depredadores en la noche. Los monos de probóscide se protegen de los depredadores nocturnos al dormir en pequeños grupos. Además, a menudo habitan árboles que crecen sobre el agua, lo que los protege de muchos depredadores terrestres.
Los monos se comunican con otros miembros de su grupo a través de vocalizaciones y lenguaje corporal. Algunas especies hacen diferentes sonidos para identificar diferentes estímulos o emociones. Por ejemplo, los bocinazos generalmente indican que un mono ha visto a un depredador, mientras que los chillidos indican emoción.