Una prueba de confirmación es una reacción química controlada que se utiliza para determinar la presencia de un ion o compuesto específico en una solución o sustancia. Las pruebas de confirmación se usan comúnmente después de un experimento en un laboratorio para determinar si la reacción se completó o si se produjeron los productos deseados.
Si bien hay varios tipos diferentes de pruebas de confirmación, una de las más comunes es una prueba de indicador de pH. Se utilizan soluciones químicas especiales llamadas indicadores para determinar el pH de una solución. Los indicadores cambian de color en presencia de ciertos rangos de pH. Los indicadores de pH natural pueden estar hechos de ciertas frutas y verduras que contienen antocianinas, pero también hay disponibles en el mercado soluciones de papel de tornasol y de indicadores de grado de laboratorio.
Las pruebas confirmatorias son una herramienta poderosa en química cualitativa y tienen varias aplicaciones prácticas. Las pruebas forenses, por ejemplo, se basan en el uso de pruebas confirmatorias para determinar los compuestos químicos encontrados en muestras de sangre, tejidos y escenas del crimen. Se puede encontrar cualquier cosa, desde ciertos fármacos hasta el ADN, mediante pruebas confirmatorias. Debido a que las pruebas de confirmación son específicas, ya que cada prueba individual solo puede evaluar un compuesto o grupo de compuestos específicos, se requieren múltiples procedimientos para descubrir toda la información relevante requerida para resolver un delito.