Una carga eléctrica es una propiedad física de la materia que hace que otra materia experimente una fuerza cuando se coloca en un campo electromagnético. Se determina si un objeto tiene más electrones de los que debería tener o menos Los electrones que debería tener. Un exceso de electrones le da a un elemento una carga negativa, mientras que la falta de electrones hace que la carga sea positiva.
Cuando dos objetos con cargas eléctricas similares se acercan, sus fuerzas electromagnéticas se repelen entre sí. Por otro lado, dos objetos muy próximos con cargas opuestas experimentan una fuerte atracción. Si la diferencia en sus cargas eléctricas es lo suficientemente significativa, pueden experimentar una descarga electrostática cuando se tocan. Este es el movimiento de electrones desde el objeto cargado negativamente al objeto cargado positivamente, igualando la carga entre ellos.
La carga eléctrica también es importante para la generación de corriente. Cuando la electricidad fluye por un cable de cobre, representa el movimiento de los electrones desde el extremo con carga negativa hacia el extremo con carga positiva. La electricidad también puede fluir a través de iones cargados en una solución de electrolito, como el líquido o la pasta dentro de una celda de batería. En cualquier caso, es la diferencia en la carga eléctrica lo que facilita el flujo de energía.