Una gamma-glutamiltransferasa elevada, o GGT, es un nivel por encima de lo normal de una enzima que se encuentra en el riñón, el hígado y el páncreas, según la Clínica Mayo. Los niveles elevados son una indicación de enfermedad hepática.
Un GGT elevado también es útil para detectar la enfermedad de la vesícula biliar, especialmente si causan una obstrucción en los conductos de la vesícula biliar, explica la Clínica Mayo. En ese caso, los niveles de GGT pueden ser de 5 a 30 veces más altos de lo normal. La GGT levemente elevada es un signo de hepatitis, aunque la prueba no es tan sensible como otras pruebas para esta condición. Un GGT elevado también puede ser una indicación de tumores hepáticos. Los tumores pueden tener su origen en el propio hígado o pueden haber hecho metástasis en otro sitio del cuerpo.
Otro uso de la prueba GGT es descubrir una enfermedad hepática causada por el abuso del alcohol, según informa la Clínica Mayo. La GGT se eleva no solo cuando el hígado está gravemente dañado por el alcohol, como ocurre con la cirrosis, sino que también es más alto si las personas solo beben mucho. Ciertos medicamentos como la fenitoína también pueden elevar los niveles de GGT. Las personas a quienes se les realiza la prueba de GGT deben asegurarse de que estos medicamentos se eliminen de sus sistemas primero para no dar una lectura falsa.