Un análisis de sangre de fosfatasa alcalina, o ALP, mide el nivel de ALP en el cuerpo, que es una proteína que existe en todos los tejidos del cuerpo, explica MedlinePlus. Los huesos, los conductos biliares y el hígado son partes del cuerpo con altas cantidades de ALP. La prueba consiste en obtener una muestra de sangre extrayendo sangre de una vena en el área del codo o en el dorso de la mano.
Los médicos solicitan la prueba de ALP para diagnosticar una enfermedad ósea o hepática o evaluar si los tratamientos actuales para estas enfermedades son efectivos, señala MedlinePlus. El examen también es parte de una prueba de función hepática regular. Los médicos a veces ordenan la prueba para diagnosticar afecciones como cálculos biliares, estenosis biliar, alcoholismo o enfermedad hepática alcohólica. Los resultados normales generalmente oscilan entre 44 y 147 unidades internacionales por litro, pero los valores pueden diferir según el laboratorio que realice la prueba y factores como la edad y el género.
Los niveles altos de ALP pueden indicar enfermedad hepática, tumores osteoblásticos, trastornos óseos u obstrucción biliar, mientras que niveles más bajos pueden indicar enfermedad de Wilson, deficiencia de proteínas, desnutrición o hipofosfatasia, según MedlinePlus. Las mujeres embarazadas y los niños que experimentan brotes de crecimiento generalmente tienen niveles altos de ALP.
La preparación para la prueba de ALP implica el ayuno durante al menos seis horas antes del examen, afirma MedlinePlus. Los médicos a veces aconsejan suspender o ajustar las dosis de ciertos medicamentos que pueden afectar los resultados de la prueba.