La leche es una solución compleja compuesta de agua, sólidos, grasas, proteínas, lactosa y minerales. Muchos de estos componentes son compuestos por sí mismos, lo que confiere a la leche una composición química muy complicada.
La leche es muy nutritiva debido a su alto contenido de minerales y vitaminas, así como al contenido de grasa que aporta energía. El vaso promedio de leche contiene de todo, desde calcio hasta vitaminas A, D, E y K. Sin embargo, la leche está compuesta principalmente de agua, y la mayoría de la leche tiene un contenido de agua de más del 85%. La lactosa, o azúcar de la leche, constituye más masa de leche que grasa o proteína en la mayoría de los casos.
Los otros componentes de la leche aparecen en contenido variable. Por ejemplo, hay entre 30 y 35 gramos de proteína por litro de leche normal. La caseína en peso es de entre el 76 y el 86 por ciento de las moléculas que componen las proteínas de la leche.
Los otros componentes de la leche, como los iones, coloides y emulsiones, aparecen en diferentes distribuciones. La distribución y concentración de los componentes dependen de los factores ambientales y de manejo del rebaño, así como de múltiples factores individuales como:
- raza de la vaca
- Etapa de lactancia
- salud