La fórmula de eficiencia es: eficiencia = (energía útil transferida /energía suministrada) x 100. Es importante tener en cuenta que la eficiencia de cualquier máquina o dispositivo siempre será inferior al 100%.
Al calcular la eficiencia, se deben tener en cuenta las reglas simples de la energía. Por ejemplo, la energía no puede ser creada o destruida. La energía solo puede ser transferida o movida. Sin embargo, la energía se puede desperdiciar, por lo que es importante calcular la eficiencia. Los ejemplos de energía desperdiciada incluyen el funcionamiento de un acondicionador de aire con las ventanas abiertas, o una lámpara que ahorra energía y transfiere más energía térmica que energía luminosa.