La dispersión de la luz blanca se refiere a su separación en diferentes componentes de color. La luz blanca o luz visible consiste en los colores rojo, naranja, violeta, verde, azul y amarillo. Este fenómeno puede ocurrir cuando la luz blanca viaja a través de un prisma de vidrio.
La luz blanca que entra en el prisma se refracta en diferentes ángulos, lo que provoca la separación de esta luz en diferentes colores. Cada uno de estos colores tiene una longitud de onda diferente. A medida que aumenta el grado de refracción, la longitud de onda disminuye. Una longitud de onda más corta significa que la luz se dobla más que a una longitud de onda más larga. La luz roja y naranja muestra longitudes de onda más largas, mientras que la luz azul o violeta tiene otras más cortas. Las longitudes de onda de los diferentes colores, desde el rojo hasta el violento, varían entre 400 y 700 nanómetros, donde la luz violeta es de unos 400 nanómetros y el rojo es de 650 nanómetros.