La vitamina C está compuesta de 6 átomos de carbono, 8 átomos de hidrógeno y 6 átomos de oxígeno. El compuesto también se puede denominar ácido ascórbico y se encuentra en forma natural en varios alimentos, incluidos los cítricos Frutas y otros vegetales. El ácido ascórbico ayuda a mantener los tejidos y huesos conectivos en el cuerpo, y se considera un antioxidante, según los Institutos Nacionales de la Salud.
La vitamina C posee numerosas cualidades terapéuticas que son útiles para tratar ciertos problemas de salud, según lo establecido por los Institutos Nacionales de la Salud. Por ejemplo, el factor antioxidante significa que la vitamina C elimina los radicales libres en el cuerpo, que se sabe que tienen múltiples efectos negativos en el cuerpo. También se ha observado que la vitamina C tiene efectos positivos en el tratamiento del escorbuto y una afección llamada talasemia, que resulta en una mayor excreción de hierro del cuerpo. El ácido ascórbico también puede aumentar la absorción de hierro en el tracto gastrointestinal en pacientes con deficiencias de hierro.
Existen muchas otras aplicaciones del ácido ascórbico, incluida la combinación del compuesto con ascorbatos de calcio y sodio para producir antioxidantes para su uso en la fabricación de productos farmacéuticos y en la industria alimentaria. El ácido ascórbico se puede combinar con otros elementos para producir gotas para los ojos con ascorbato de potasio que trata específicamente las quemaduras químicas de los ojos.