Los efectos secundarios comunes del uso de sulfato ferroso de hierro incluyen estreñimiento, heces verdes u oscuras, náuseas, pérdida de apetito y diarrea, según Drugs.com. Los pacientes pueden experimentar calambres estomacales, dolor de estómago y vómitos.
Los efectos secundarios graves del sulfato ferroso de hierro incluyen sangre en las heces, heces alquitranadas negras, vómitos que se parecen a los posos de café y reacciones alérgicas graves como urticaria y opresión en el pecho, informa Drugs.com.
Los efectos secundarios gastrointestinales de tomar hierro sulfato ferroso son anorexia, ardor de estómago, estreñimiento y diarrea, señala Drugs.com. Estos efectos secundarios a menudo están relacionados con la dosis y pueden reducirse cuando los médicos prescriben dosis más pequeñas y aumentan la dosis gradualmente. La preparación líquida del hierro del sulfato ferroso puede manchar los dientes. Para evitar este efecto secundario, los pacientes pueden diluir el sulfato ferroso de hierro líquido en agua o jugo y tomarlo con una pajita. Los efectos secundarios locales incluyen gangrena, mientras que los efectos metabólicos incluyen disminución de la absorción de tiroxina. Un efecto secundario raro es la hemocromatosis secundaria o sobrecarga de hierro.
El sulfato ferroso de hierro puede causar reacciones alérgicas en personas alérgicas al sulfato u otras tartrazinas de medicamentos, según MedlinePlus. Los pacientes deben solicitar una lista de ingredientes para asegurarse de que no sean alérgicos a ninguno de ellos. El sulfato ferroso puede interactuar con ciertos medicamentos, incluidos los antiácidos y antibióticos, señala Drugs.com.