Los síntomas gastrointestinales son los efectos secundarios más comunes después de desparasitar a un perro. El perro puede vomitar, tener diarrea y falta de apetito.
Cuando el veterinario sospecha una infección parasitaria en un perro, le dará un tratamiento antiparasitario, generalmente en forma de píldoras orales. El tratamiento mata o obliga a los parásitos a abandonar el sistema del perro. Dependiendo del nivel de infección, los efectos secundarios que se producen en respuesta al tratamiento pueden ser bastante fuertes.
La mayoría de los propietarios verán a sus perros vomitando o teniendo diarrea o ambos con parásitos vivos o muertos en la mezcla. Es probable que el perro tenga falta de apetito y que tenga algún malestar gastrointestinal. Los efectos secundarios más graves del medicamento pueden incluir salivación, contracciones musculares y convulsiones. Si el perro recibe tratamiento para los gusanos del corazón, podría correr el riesgo de desarrollar un tromboembolismo por un bloqueo en el corazón.
