El principio de exclusión competitiva establece que dos especies no pueden ocupar el mismo nicho. Cuando dos especies compiten por el mismo hábitat y recursos, el resultado final es que una especie elimina la otra. Este concepto fue demostrado por una serie de experimentos por el biólogo G.F. Gause.
G.F. Gause estudió las tasas de crecimiento de dos especies de paramecios cuando se cultivaron por separado en lugar de crecer en el mismo medio. Cuando se cultivan por separado, ambas especies crecieron y florecieron en las mismas condiciones. Cuando crecieron juntos en el mismo medio, una cepa finalmente superó a la otra y eliminó a su competidor.
El nicho de un organismo se puede describir en varios niveles. El nicho fundamental es la gama de entornos en los que un organismo puede prosperar y multiplicarse sin la competencia de otras especies. El nicho realizado es un hábitat donde el organismo puede vivir sin competir contra otras especies por los recursos. El nicho realizado es generalmente más pequeño que el nicho fundamental.
La mayoría de los organismos experimentan la competencia en sus nichos en algún momento en el tiempo. Una especie puede ocupar varios nichos realizados y diferentes factores juegan un papel en los que ocupan los nichos. La presencia de depredadores, por ejemplo, puede llevar a una especie a ocupar un nicho alternativo en su lugar.