La Guerra Fría terminó cuando Mikhail Gorbachov se convirtió en el líder de la Unión Soviética. Después de tomar el control del país en 1985, comenzó a reformar las políticas gubernamentales. El desmantelamiento del Muro de Berlín en 1989 es a menudo visto como el final simbólico de la Guerra Fría.
Los nuevos cambios de política de Gorbachov incluían permitir que los bienes, ideas y servicios occidentales ingresaran en la URSS con la esperanza de reactivar la economía. Sin embargo, esto tuvo el efecto opuesto de lo que el líder deseaba, y cuando los ciudadanos probaron la libertad, esto provocó que los gobiernos comunistas comenzaran a caer en todo el mundo. Este deseo de libertad finalmente se extendió a la Unión Soviética y muchos estados dentro del país comenzaron a reclamar la independencia. En 1991, Gorbachov propuso un tratado que daba a los estados más autonomía, pero no estaban satisfechos y más estados comenzaron a declarar su independencia. Esto dejó al presidente sin una nación para gobernar.
Mientras la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) continuaba colapsando, los nuevos estados independientes comenzaron a adoptar más negocios e ideas occidentales. La Guerra Fría duró más de 45 años y se convirtió en una parte importante de las vidas de los estadounidenses, ya que muchas personas, incluidas las agencias gubernamentales, permanecieron preparadas para una confrontación violenta con la Unión Soviética. Varios partidos políticos intentaron tomar crédito por el colapso del país, pero no hubo una sola causa.