El resultado de la guerra mexicano-estadounidense fue el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, que establecía que México tenía que ceder tierras a los Estados Unidos, incluida Texas. Esa tierra ahora constituye los estados de California, Utah y Nevada, así como partes de Colorado, Wyoming, Nuevo México y Arizona. El tratado también estableció la frontera nacional de México en el Río Grande.
La guerra entre México y Estados Unidos duró desde 1846 hasta 1848, y el tratado concluyó la guerra el 2 de febrero de 1848. Según Kennedy Hickman, hubo muchas víctimas como resultado de la guerra: 1,773 estadounidenses muertos y 4,152 heridos. Los informes mexicanos son menos precisos, pero sus víctimas son alrededor de 25,000 muertos o heridos.
Otro resultado importante de la guerra mexicoamericana es la desigualdad política y militar que aún existe entre los dos países. Cuando se trató de crear el tratado, los líderes de los Estados Unidos lo vieron como una oportunidad moral: el destino manifiesto abriendo las puertas a una mayor expansión. Sin embargo, dado que Estados Unidos venció en la guerra, decidieron que México cedería casi la mitad de sus tierras, 500,000 millas cuadradas, a Estados Unidos por solo $ 15 millones a cambio. Este tratado cambió para siempre el tamaño y el futuro de Estados Unidos y México.