Un perro quejumbroso puede indicar que está buscando atención, está contento o emocionado o que puede estar ansioso. Un perro también puede quejarse cuando está tratando de apaciguar a su dueño.
Los perros pueden quejarse si están enfermos, heridos o heridos. A veces, los perros también tienen ansiedad de separación y se quejan cuando sienten que su dueño está a punto de irse o cuando su dueño regresa a casa de un viaje prolongado. El lloriqueo excesivo puede ocurrir cuando una mascota tiene ansiedad severa o falta de confianza. Es posible entrenar a un perro para quejarse menos, suponiendo que el quejido no sea indicativo de una lesión o enfermedad.