Los perros pueden exhibir signos de consumo excesivo de agua por una variedad de razones, entre ellas, deshidratación que amenaza la vida, enfermedades, efectos secundarios a los medicamentos, dieta y actividad física, según WebMD. Si un perro está deshidratado, también puede tener la lengua y las encías secas, ser letárgico y exhibir saliva gruesa similar a una cuerda. Las enfermedades como la enfermedad hepática, la diabetes, la enfermedad de Cushing, la diarrea, la fiebre y las infecciones también pueden causar deshidratación.
WebMD explica que algunos medicamentos, como la prednisona, la furosemida y el fenobarbital, pueden provocar sed excesiva en un perro. Una dieta alta en sodio es muy peligrosa para la salud de un perro y puede hacer que un perro beba más agua de lo normal. Si un perro ha consumido demasiado sodio, especialmente de alimentos poco saludables, puede experimentar temblores, diarrea, depresión y vómitos. La comida seca para perros solo contiene hasta un 10 por ciento de agua y tiene el potencial de deshidratar a los perros.
WebMD enfatiza la importancia de conocer los patrones regulares de consumo de alcohol de un perro para que los cambios en el comportamiento de consumo de alcohol sean visibles más rápidamente y se evalúen adecuadamente. Los perros deben consumir aproximadamente 1 onza de líquidos por libra de peso corporal cada día. Los perros activos y lactantes generalmente requieren un poco más de la cantidad recomendada, y los cachorros también pueden tener más sed.