Los balleneros una vez cazaron ballenas azules por su grasa, que se convirtió en aceite de ballena. También cazaban ballenas por carne. La Comisión internacional de caza de ballenas prohibió la caza comercial de ballenas azules en 1966. La caza de ballenas ya no es una amenaza importante para las ballenas azules, aunque a veces se las caza ilegalmente.
A partir de 2014, la caza de otras especies de ballenas continúa en una escala limitada en Noruega, Corea del Sur y Rusia, pero los grupos ecologistas se oponen amargamente. Los pueblos inuit de Alaska, Canadá y Groenlandia siguen cazando ballenas y consideran la caza de ballenas una parte integral de su cultura. Los pueblos nativos de las islas indonesias de Lembata y Solor, las Islas Feroe, la isla de Bequia en San Vicente y las Granadinas también cazan ballenas.