¿Por qué es importante el ciclo del agua?

¿Por qué es importante el ciclo del agua?

El ciclo del agua es importante porque resulta en la distribución del agua en la superficie de la tierra, purifica el agua, apoya el crecimiento de las plantas, facilita la agricultura y sostiene el ecosistema acuático. El ciclo del agua promueve la civilización humana y el desarrollo.

El ciclo del agua, también conocido como ciclo hidrológico, es la circulación del agua en forma de hielo, líquido y vapor a través de la tierra y su atmósfera. El ciclo comienza con la evaporación del agua de grandes cuerpos de agua y la transpiración de las hojas de las plantas. Este vapor se eleva hasta la atmósfera superior y se condensa debido a las bajas temperaturas. El vapor de agua condensado se acumula dando como resultado la formación de nubes. Debido al efecto de los vientos, las nubes a menudo son arrastradas hacia otras áreas. La acumulación de nubes y la subsiguiente saturación conducen a la formación de gotitas de agua que caen de regreso a la tierra como lluvia. En algunos casos, las gotas de agua están expuestas a temperaturas muy bajas, por lo tanto, la formación de aguanieve, granizo o nieve. El agua de la precipitación encuentra su camino hacia los ríos y arroyos que los canalizan de regreso a los grandes océanos y lagos. De ahí que el ciclo se repita.

Las siguientes son algunas de las contribuciones importantes del ciclo hidrológico.

Distribución de agua      El ciclo hidrológico facilita la distribución del agua en la superficie de la tierra. El ciclo toma el agua de mar y riega la superficie de la tierra a través de la lluvia. Además, la presencia de arroyos y ríos en la superficie de la tierra ayuda a la distribución del agua. En este sentido, sin el ciclo hidrológico, el agua se vería restringida en los mares y océanos, dando como resultado tierras áridas y áridas.

Purificación del agua      Los océanos, los mares y algunos lagos contienen agua salada que no es apta para el consumo humano. La evaporación de dicha agua ayuda en el proceso de purificación, ya que las sales y otras impurezas se dejan atrás.

Además, la infiltración de agua superficial en el suelo ayuda en el proceso de purificación. La infiltración deja partículas sólidas e impurezas, lo que garantiza que solo el agua limpia llegue a las rocas porosas. Esta agua puede emerger luego en la superficie de la tierra como manantiales, proporcionando agua limpia para el consumo humano.

Apoya el crecimiento de la planta      El ciclo del agua da como resultado la formación de precipitaciones y otras formas de precipitación. El agua de las precipitaciones favorece el crecimiento de las plantas. Además, la inundación estacional de los ríos en las tierras bajas conduce a la deposición de suelos fértiles en las llanuras aluviales. Tales suelos fértiles promueven las actividades agrícolas y el crecimiento de la vegetación.

Es compatible con el ecosistema acuático      Las plantas y animales acuáticos dependen en gran medida de la presencia de agua limpia y fresca para sobrevivir. Los animales como peces, cocodrilos, ranas y serpientes, y plantas como pantanos, pastos y lotos de agua constituyen el ecosistema acuático. Estas plantas y animales no podrían sobrevivir en ambientes interiores sin la presencia de ríos, arroyos y lagos. En este sentido, el ciclo hidrológico garantiza que los cuerpos de aguas continentales tengan agua, por lo tanto, el sustento de los ecosistemas acuáticos.

Crecimiento de la civilización humana y el desarrollo      El crecimiento de la civilización humana depende en gran medida de la disponibilidad de agua limpia para uso doméstico e industrial. El agua que fluye libremente en los ríos puede usarse para el transporte de agua, el riego, como materia prima para procesos industriales o para la generación de energía hidroeléctrica. En este sentido, el ciclo del agua es esencial para la civilización humana y el desarrollo.