La energía eólica produce beneficios económicos, energéticos y medioambientales: sirve como fuente de combustible doméstica, funciona sin quemar carbón y combustibles fósiles y proporciona una fuente constante de electricidad. La energía eólica proviene principalmente de turbinas. que operan en tierra y en alta mar. El emplazamiento es otro beneficio de la energía eólica, que involucra turbinas instaladas en terrenos privados y públicos para proporcionar electricidad a residencias, oficinas comerciales y comunidades.
La energía eólica es elogiada por muchos por sus beneficios medioambientales. El viento se clasifica como una forma de energía solar, que requiere solo aire para funcionar. Los sistemas de viento no liberan contaminantes a las vías fluviales ni a la atmósfera, a diferencia de los combustibles fósiles. La operación independiente de los combustibles fósiles hace del viento una fuente de energía reutilizable y estable. Se basa exclusivamente en el aire, una energía fácilmente disponible y renovable. La energía eólica no requiere perforación y minería para la producción, lo que reduce la posibilidad de derrames y limpiezas costosas.
Además de los beneficios ambientales, la energía eólica produce beneficios económicos e incluso promueve la seguridad nacional. La energía eólica ofrece a los consumidores precios competitivos para la electricidad. Forma una fuente doméstica de energía, que a su vez reduce la dependencia de la energía extranjera y de los suministros de combustible. Las turbinas eólicas producen cantidades sustanciales de energía, resultando más eficientes que las plantas de carbón. Según Energy Informative, los sistemas eólicos más grandes generan electricidad adecuada para alimentar más de 600 residencias.
