Hay tres dominios del desarrollo humano que comienzan con la infancia y continúan desarrollándose durante toda la vida. En muchos sentidos, pueden verse como el cuerpo, la mente y el alma de una persona.
El dominio biológico
El desarrollo biológico, también conocido como desarrollo físico, es el dominio más visible. Esto es evidente en los cambios corporales, el proceso de maduración y el crecimiento hacia afuera. Este dominio en el desarrollo humano es cuando se construye la fuerza física, se aprende un sentido del equilibrio, se desarrolla la coordinación y se desarrollan las habilidades motoras. Los cinco sentidos de la vista, el gusto, el oído, el tacto y el olfato también se desarrollan dentro del dominio biológico. Muchos cambios ocurren a lo largo de los años, desde la infancia hasta la etapa del niño pequeño, y desde la adolescencia hasta la edad adulta. Dentro de la edad adulta, hay más cambios en una progresión más lenta en el desarrollo biológico desde la edad adulta temprana hasta la edad media y la tercera edad.
El dominio cognitivo
El dominio cognitivo es la parte mental del proceso de desarrollo que ocurre en el cerebro. Cada persona se desarrolla a su propio ritmo, por lo que no hay dos personas que se desarrollen exactamente al mismo ritmo. Este proceso de desarrollo cognitivo incorpora habilidades de pensamiento, aprendizaje y lenguaje. La mente aprende a almacenar la memoria a través de pensamientos y experiencias, y luego a recordar esos recuerdos. El desarrollo cognitivo también incluye creatividad e imaginación. La capacidad de percibir el entorno y el entorno se desarrolla dentro de este dominio. Una gran parte del desarrollo en este dominio ocurre a la edad de 11 años. Sin embargo, una etapa del desarrollo cognitivo continúa evolucionando hasta la edad adulta. La mente crece al igual que el cuerpo, ya que nunca deja de aprender.
El dominio psicosocial
El dominio psicosocial es el desarrollo de habilidades sociales y emociones. Es cómo se siente una persona en el interior como se refleja en el exterior a través de conexiones sociales. Aquí es donde se forma la personalidad de una persona, aunque algunos rasgos de temperamento son innatos debido a la genética. La creación de amistades y relaciones, así como el aprendizaje para interactuar con otros, entran en esta categoría. Una persona desarrolla sentimientos, autoestima y cómo llevarse bien con los demás. La persona desarrolla un sentido para reconocer los sentimientos de los demás y para tener empatía. Las habilidades sociales permiten la comunicación, la participación de la comunidad y llevarse bien con otras personas en la escuela y en los entornos laborales.
Desarrollo biopsicosocial
Envuelva los tres dominios juntos y los psicólogos lo denominan desarrollo biopsicosocial. Los tres son dominios separados en el proceso de desarrollo, pero se influyen entre sí y dependen entre sí. La nutrición y la estimulación ambiental desempeñan un papel en todas las etapas del desarrollo. Si una persona no recibe alimentos y nutrientes adecuados, el desarrollo biológico se verá afectado. Esto, a su vez, puede afectar el desarrollo cognitivo y el dominio psicosocial. Los estilos de vida saludables con nutrición e influencias ambientales como el ejercicio pueden afectar en gran medida los cambios en la edad adulta. El envejecimiento progresa más rápido en una persona que descuida su cuerpo. Lo contrario es cierto para una persona que come alimentos saludables, obtiene las vitaminas y los nutrientes necesarios y hace ejercicio regularmente. Los aspectos físicos pueden reflejar los dominios sociales y emocionales, ya que si la persona se siente bien es más probable que interactúen en entornos sociales. Esta persona también puede tener mayores habilidades cognitivas y procesos de pensamiento.