La función de un molino de viento es aprovechar el poder del viento para generar energía útil para los humanos. En el pasado, las personas utilizaban esta energía para moler granos o bombear agua. Los molinos de viento más modernos convierten la energía eólica en energía eléctrica.
La gente en la antigua China usaba molinos de viento para bombear agua, mientras que los granjeros y comerciantes persas y del Medio Oriente usaban molinos de viento verticales para moler el grano. Regresado a Europa después de las Cruzadas, el molino de viento se prendió rápidamente y se convirtió en una parte integral de la economía. Los molinos de viento más famosos estaban en los Países Bajos, donde la gente los usaba para moler el grano y drenar lagos y pantanos. Los innovadores holandeses crearon la turbina eólica moderna para generar electricidad en la década de 1890. Desde entonces, los científicos han fabricado turbinas eólicas que generan tanta energía en algunas regiones como los combustibles fósiles, lo que las convierte en la fuente de energía de mayor crecimiento en el mundo, según el Departamento de Energía.