El rey John se vio obligado a firmar la Carta Magna en junio de 1215 por los barones, quienes se habían apoderado de Londres y casi capturaron al rey en Windsor en represalia por los fuertes impuestos que se les imponían. Incluso después de firmar la versión final del documento que se convertiría en la Carta Magna en Runnymede, King John no tenía ninguna intención de adherirse al acuerdo, lo que llevó a la Guerra de los Barones.
El rey impuso impuestos exorbitantes a los barones y al pueblo inglés para pagar al papa Inocencio III como recompensa por tomar represalias contra la elección del papa por el arzobispo de Canterbury y para financiar expediciones para intentar recuperar los territorios perdidos de Aquitania, Poitou y Anjeo. Los barones no estaban de acuerdo con la manera despiadada en que gobernaba el rey. En un intento de poner al rey bajo control, los barones elaboraron una lista de sus demandas conocidas como los Artículos de los barones en enero de 1215. Los barones comenzaron a luchar contra el rey con fuerza física, capturando a Londres en mayo y forzando la El rey aceptará la reunión en Runnymede en junio. Una vez firmada la Carta Magna, los barones renovaron el juramento de fidelidad al rey. Se distribuyeron copias de la Carta Magna a obispos, alguaciles y otros nobles en Inglaterra.