El aire es un buen aislante porque sus moléculas están muy separadas. Esto dificulta la transferencia de calor, según el Dr. Ken Mellendorf, profesor de física en el Illinois Central College.
El calor normalmente fluye desde espacios más cálidos a espacios más fríos a través de la radiación, la conducción y la convección. Debido a que las moléculas de aire están muy separadas, el aire aún limita la conducción y elimina la convección, que es la transferencia de calor por el movimiento de un fluido. La fibra de vidrio y la celulosa son otros dos tipos de aislamiento que limitan el flujo de aire y evitan la transferencia de calor. Aislar una casa ahorra dinero y reduce la cantidad de recursos naturales utilizados para calentar y enfriar.