Comer alimentos salados hace que las personas estén sedientas porque el exceso de sodio extrae el agua de las células de su cuerpo, según Indiana Public Media. Esto ocurre porque el líquido que se encuentra fuera de las células se vuelve más salado y la sal actúa como una imán al agua. Las células envían mensajeros químicos al cerebro que indican que están perdiendo agua. El cerebro se da cuenta de que el cuerpo necesita más agua y activa el mecanismo de la sed.
El consumo excesivo de sal puede tener consecuencias para la salud, de las cuales la presión arterial alta es la más común, según FitDay. Los riñones devuelven el exceso de sodio al torrente sanguíneo. Esto resulta en la retención de agua a medida que el cuerpo enfrenta la pérdida de agua causada por el exceso de sodio. Esta retención de agua da como resultado un aumento del volumen sanguíneo, lo que aumenta la presión arterial. FitDay también señala que la osteoporosis puede ser causada por una ingesta excesiva de sodio. El sodio disminuye la densidad ósea e interfiere con la absorción de calcio, causando la osteoporosis con el tiempo. Si bien la ingesta excesiva de sodio es un riesgo para la salud, el sodio es una parte necesaria de la dieta de una persona. La sal es necesaria para equilibrar los líquidos en el cuerpo, así como para las contracciones musculares adecuadas y la función nerviosa. El cuerpo necesita al menos 500 miligramos de sal por día. Una cantidad de más de 2,300 miligramos se considera excesiva.