Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons), el tratamiento varía considerablemente y puede incluir un zapato de tenis de alta gama o un yeso corto para la pierna. El peroné, un hueso de la parte inferior de la pierna, puede fracturarse como resultado de un impacto a alta velocidad, torcer o rodar el tobillo, o tropezar y caer.
Para una fractura estable del peroné, o una donde el hueso no está fuera de lugar, el tratamiento no es quirúrgico y puede incluir el uso de un yeso, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. En el caso de una fractura de peroné inestable, donde el hueso está fuera de lugar o roto en varios lugares, los fragmentos de hueso se reposicionan mediante cirugía. Los tornillos y las varillas se emplean normalmente para mantener los huesos en su lugar durante la curación.
Un esguince de tobillo severo se siente muy similar a una fractura, por lo que es importante que un médico evalúe cualquier lesión de tobillo, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Los síntomas comunes de la fractura de tobillo incluyen dolor, hinchazón, moretones, sensibilidad, incapacidad para soportar el peso en el pie afectado y, en casos graves, deformidad. Los médicos diagnostican una ruptura en el peroné mediante un examen físico, radiografías, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.